Con tan optimista título, los nueve de Iowa nos ofrecen un disco más en su carrera. No es ni mejor ni peor que los anteriores, lo cuál puede ser algo bueno en si, pero no puedo decir que sea un disco que me haya enganchado. Desde mi punto de vista, Slipknot es para el metal, como Saw para las películas de terror, de tanto exceso y repetición pierden credibilidad, frescura y originalidad. Además de correr el riesgo de acabar siendo parodias de ellos mismos.
En cuanto a lo musical, encontramos la receta típica de los enmascarados de Des Moines, baterías imposibles, guitarras contundentes, samplers y scratchs frenéticos y una voz que sabe combinar perfectamente la melodía y la rabia. Tienen buenas canciones, pero quedan en medio de un conjunto caótico y desmedido que empobrece el resultado.
Temas como “Dead Memories” o “Psychosocial”, muy alejados en estilo entre ellos, muestran la mejor cara de este disco y están bien acompañados por otros como “Vendetta”, “Butcher’s Hook” o “Sulfer”. Una mención especial podría recibir “Snuff”, más propia del proyecto paralelo de Corey Taylor (Stone Sour) que de Slipknot. El resto de canciones no llama la atención, pero tampoco ayudan a que el disco mantenga una continuidad.
Quizás el impacto inicial que supusieron con su puesta en escena elevó demasiado las espectativas de un grupo, que sin ser nada por encima de sus contemporáneos obtiene un reconocimiento y una fidelidad más allá de la música.
Enlaces:
- Slipknot
- myspace.com/slipknot
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